Calma y hormonas

Ana V. Morales
Este es un hecho real, lo comparto por lo simple y profundo a la vez.

Un día cualquiera tuve una conversación con una amiga, que por circunstancias familiares estuvo en un centro de urgencia en Santiago. En sus largas horas de espera vio pasar varias personas, cada una con su historia. Pero una de esas personas, una joven con un cuadro importante a nivel psicoemocional, intercambió algunas palabras con ella y cuando tuvieron un poco más de cercanía y confianza, la joven le dice ¿me puedes dar una abrazo?, la reacción de mi amiga, un poco extrañada, fue por supuesto acceder a su solicitud. Al rato le pide lo mismo, grata fue la sorpresa de mi amiga cuando la chica le dice ya me siento mejor, me he calmado, gracias……

Calma y hormonas

¿Qué pasó acá?


Lo que sucedió es que se activó, la Oxitocina también llamada "hormona del amor".

La oxitocina está relacionada con sentimientos de satisfacción, calma y seguridad, y se activa a través del contacto emocional y social.

Es crucial saber que este afecto lo podemos activar también con nosotros mismos, con simples acciones como darnos un abrazo, tomar ambas manos, decirnos una frase que nos aliente y valide.

Las hormonas son mensajeros químicos que circulan por nuestro torrente sanguíneo y afectan muchas funciones corporales, incluidas nuestras emociones.

En el taller Conéctate Contigo exploramos este trato que tenemos con nosotros mismos. Según la psicóloga Kristin Neff, la mayoría de las personas somos más amables con los demás que con nosotros mismos. Pero no tratarnos bien aumenta por ejemplo la rumiación, ansiedad, incluso puede derivar en depresión.
Por esa razón es crucial saber y comprender la relación que establecemos con nosotros mismos. Debido a que tenemos la capacidad de activar unas u otras hormonas a través de ciertas acciones.

Para ello podemos utilizar distintos recursos como;

Meditar unos minutos conectando con lo que nos sucede, observando nuestras emociones y si vamos un poco más allá detenernos en el trato que nos brindamos a nosotros mismos cuando las cosas no resultan cómo esperamos.