Hay libros que nos transportan, que nos hacen soñar, imaginar pero hay algunos que están llenos de verdad, que son capaces de mostrar nuestra vulnerabilidad y de un amor a toda prueba, este es el caso.
Pero vamos a la historia, el relato es acerca de una pareja que al conocerse se flecharon, diríamos amor a primera vista, tanto así que se casan a los pocos meses y justo cuando iban a partir de luna de miel, ella se realiza un chequeo de rutina y los exámenes no salieron para nada bien, les informan que ella tiene cáncer.
Por supuesto ahí la historia tiene un tremendo vuelco ya que ella debe realizarse más estudios, una intervención quirúrgica y luego quimioterapia.
Todo fue tan rápido que siguieron adelante, pero fueron apareciendo varios ripios en el camino, ya que la condición de ella se fue complicando y él se vio sometido a mucho estrés por la manera que él abordó su papel de persona de apoyo, ya que se dedicó tanto a las necesidades de ella que dejó de lado sus propios intereses. Llevándolos a tener conflictos importantes por esta razón.
La historia es muy conmovedora ya que aparte de mostrar a los protagonistas en este día a día con los altibajos propios de la cotidianeidad se les ve enfrentados a un sinfín de cosas inesperadas propias de la condición de ella.
Se puede apreciar cómo el amor se vio puesto a prueba y cómo van sorteando todas las dificultades que aparecieron en el camino como las recurrencias del cáncer, viajes, decisiones en cuanto a tratamientos a seguir hasta qué hacer en caso de una muerte inminente, no está demás decir que prácticas como la meditación fueron cruciales en este transitar.
Cuando leí este libro sentí que de pronto la historia te lleva a pasar por una montaña rusa emocional, ya que hay momentos en que todo parece ir sobre ruedas y pasa algo inesperado.
Para terminar sólo destacar que pocas veces he sido testigo de un amor tan verdadero e incondicional como se puede apreciar en este libro.